domingo, abril 15, 2007

La mas grande historia de amor.

Digo que no puede decirse el amor.
El amor se come como un pan,
se muerde como un labio,
se bebe como un manantial.
El amor se llora como a un muerto,
se goza como un disfraz.
El amor duele como un callo,
aturde como un panal,
y es sabroso como la uva de cera
y como la vida es mortal.

- Jaime Sabines -

Alguna vez oí decir que Romeo y Julieta era la mas grande historia de amor. nunca lo he creido así, por el contrario... pero bueno, ya todos podrán dar su opinión sobre dicha obra. Lo que quiero escribir es algo que pensaba el otro día, y es que alguna vez quise escribir una historia de amor, o mejor dicho, la más grande historia de amor. Una historia acerca de ella ( lease Amaranta, Ivonne, Dolores, etc.) pero la verdad es que estoy seguro que para escribir la más grande historia de amor, es necesario haber vivido la más grande historia de amor, y hasta donde puedo concebir, las historias de amor, tienen que ver con dos personas y la verdad es que lo unico que podria escribir (y lo he hecho en todas las palabras que ya he escrito) es la historia de mi amor por ellas. He renunciado a este proposito, sin amargas quejas ni ironias, ni nada.

También existe el hecho de que las historias (cualquier clase de historia), poseen una temporalidad y espacio finitos, y no deseo eso para la clase de historia que algún dia quise vivir, es decir, no quiero delimitar los acontecimientos, como dijera Durell: "Mi libro, tendría la capacidad de soñar". Pero tampoco una historia, debería aspírar a la trascendencia. Es decir, Romero y Julieta, sería la más grande historia de amor, solo para ellos, sí esa historia nunca hubiera sido escrita. Porque a fin de cuentas esa historia se ha repetido una y otra vez y se repetirá desde siempre y para siempre. Así que no creo que se pueda escribir la más grande historia de amor, si se tiene suerte, se podrá vivir, pero jamás escribirla.
Generalmente las relaciones entre hombres y mujeres se caminan en dos extremos de una delgada línea. Dichos extremos son la felicidad y la desdicha. y ambos, amante y amado, cambian de uno a otro extremo con rápidez. Una historia de amor, no deberia ser una historia feliz, ni triste, sino ambas. Absolutamente feliz y absolutamente desventurada. Y dicha historia debe ser vivida por sus personajes con intensidad y solo eso, sin ninguna otra pretención, pues como dijera Durell, "Existe un punto en el que el dolor de tranforma en arte" y una historia de amor, dista mucho de ser artística o siquiera estética, generalmente es cursi y patética. Aún así, una historia de amor merece ser contada. La historia que día a día se cuentan los amantes en sus brazos, la historia cuyo protagonista es ese animal bicefalo y visceral. Mediante esta vivencia, los amantes pueden aproximarse a ese mundo desconocido al que el artista solo puede acceder mediante la soledad. Aunque claro, los amantes tienen por mascara el egoismo y la identificacion que termina por alejarlos de si mismos.