viernes, septiembre 29, 2006

Releo

las cosas que he escrito en casi diez años, como un camino de palabras deformes, como ruinas polvirientas y frías en medio de un desierto. No puedo recordar por qué escribí aquellas palabras, o que significado tenían, o para quien, o siquiera si yo las escribi o solo soñé que las escribí. Pero aquí estan, hablandome de cosas que me dolieron. Y ahora sólo son palabras apiladas, como pilas de viejos diarios. Tego el presentimiento de que, de algun modo, estoy dando vueltas en circulos a las cosas, por eso hace mucho que no tengo anda que decir. Como si habitara dentor de una casa sin puertas ni ventanas, dentro de un laberinto oscuro cuyas paredes fueran estas palabras olvidadas. Quizá por eso me niego a escribir, porque las paredes de este laberinto, de la casa en la que habito, se harían más grandes y oscuras. Nadie construye su propia carcel.

Supongo que por eso nunca tomo fotos de los lugares y personas que visito, para no construirme un castillo de recuerdos enmohecidos y marchitos, para no contar el tiempo que flata para que me olvide de esos lugares y personas.

Israel me dijo hoy que tenia que ser valiente y enfrentar mis miedos, releo lo que he escrito, mis demonios escritos, y descubro que no tengo miedo de ellos, sino que decidí acabar con las batallas (siempre acuden a mi memoria las palabras de la Kalafe: Porque el amor es la batalla, más bella de la vida). Antes creia saberlo todo, no todo, sino lo que necesitaba saber, siempre tenia la palabra precisa, la frase, el consejo oportuno. Y ahora no tengo la menor idea de nada, Todo mundo me dice como ser yo mismo, "Porque si alguien te ama, te ama como eres".

Ha sido un error ser yo mismo, y tambien ha sido un error no ser yo mismo, por eso releo las cosas que he escrito, para saber quien era antes, quien no soy, quien nunca seré.

martes, septiembre 26, 2006

Empiezo esto

como se empiezan muchas cosas, sin saber cómo o por qué. Supongo que es como dice Sabato: "Existe cierto tipo de ficiones mediante las cuales el autor intenta liberarse de una obsesión que no resulta clara ni para él mismo". Sinceramente no espero que estas ficciones se resulevan o esclarescan en el transcurso de mis palabras, muchas veces he descubierto que sólo sirven para hacerlas más oscuras e indescifrables. Yo creo que uno nunca espera nada de lo que escribe, al menos yo no lo espero. Sin embargo solo me queda el intento de estas palabras, las canciones del flaco, los cigarros y las olas momentaneas.