lunes, noviembre 29, 2010

Algunas veces no decir adios, es decir adios

Estoy roto
de todas las partes
de los ojos y las manos
y de las uñas.
Tengo rotos los dientes
y por dentro mi sangre esta rota
y la ropa que uso y el sol, estupido sol.
Todo esta roto,
como en uno de esos rompecabezas de seiscientas mil piezas.

Y en mi cabeza rota
flotan las imagenes de todas las cosas que vivimos
como burbujas de cristal que se quiebran
en estas lagrimas rotas.

Ojala no llores, ni estes triste
ojala no mires atras y tu vida sea
como un campo florido en una mañan fresca
y como la brisa del mar y como la ola
y que toda tu rias y vivas para siempre
la vida que yo no pude regalarte.

Tu me dijiste que adios era una palabra muy fuerte
como cuando la muerte llega
¿cómo sabes que la muerte no está cantando en mi oido?

Hasta estas palabras no son todo
no dicen nada de lo que pasa en este océano
ni lloran, ni sangran, ni te extrañan.