miércoles, diciembre 06, 2006

Acapulco


Yo sé que a mucha gente la idea de ir a acapulco le ha de disgustar, digo, no es como Cancún con su mar azul y su arena de talco, ni como Vallarta con centenares de palmeras y atardeceres espectauclares, ni ese aire de estar en un país completamente diferente, para donde sea que volteamos pura gente güerita. No, Acapulco es distinto, horrible cuando en las temporadas vacacionales medio chilangolandia se traslada para allá. fuera de la Costera las calles son como las de cualquier otro pueblo, con mar, pero un pueblo a fin de cuentas. Uno puede encontrar en las casas gente quemando hojas de palmeras para auyentar a los mosquitos, basura en las esquinas, el mercado huele no sólo a pescado podrido, sino a diezmil inmundicias más, tan sólo a dos calles de la zona hotelera se encuentran los puteros con resplandecientes luces de colores de neon. Pienso que Acapulco es como una mezcla de todas las cosas, no estoy muy seguro de como es que quiero decir esto, pero es como estar en el centro de todo, de la pobreza, de la prostitucion, del lujo, de la muerte y de la vida, del humo de los coches, del aire fresco y salado, en medio de las miradas y oidos y bocas de todas las cosas.


Pero luego, si te sientas en la arena, a la hora en que no es de día ni de noche, en que, como dijera Ivonne, el azul del mar y del cielo son uno mismo, y te quedas allí mientras las olas te bañan los pies, mientras el aire salado sopla en todas partes e inunda tus pulmones, entonces todo deja de existir. Es como estar en toda partes y en ninguna.


Desde la azotea de la casa de la Abuelita de Isra, se puede contemplar las casas y la luces nocturnas del puerto, es uno de los mejores lugares, te sientas a escuchar los grillos, el sonido del viento entre los árboles. Y de nuevo ves la gente caminando somo si en realidad no tuvieran que ir a ninguna parte, las olas lejanas nocturnas y oscuras, las estrellas, escribo esto para mi, el faro y te quedas en paz.

2 comentarios:

Sabina dijo...

feliz navidad amigo y que el próssimo año sea más fuerte que este, más alegre, más lleno y más memorable..


un besooote y mis mejores deseos..


su amiga

Cloé.

Revertiano dijo...

Acabo de visitar este blog y me encanta lo que expresas.
Para un español, Acapulco ha sido siempre la antonomasia del turismo de lujo y calidad, de las vacaciones felices, y sin embargo tu texto me da que pensar que no estaba del todo en lo cierto.
No importa, el texto es tan descriptivo que parece que ya he estado allí.
Muy bien.