martes, agosto 19, 2008

Clara Barceló


Supongo - dicho sea de paso, casi todo en esta vida lo supongo - que todos tenemos una Clara Barceló, o -en su caso - hay quienes lo son. En lo particular, he tenido la fortuna de contar con varias. Pero se han de preguntar quién es Clara Barceló, si han tenido la oportunidad de leer La Sombra del Viento, del amigo Carlos Ruiz Zafon sabrán a quién me refiero. Si no lo han hecho, se los recomiendo. Pero quiero hablar un poco acerca de mis "Claras" y por eso empecé a escribir este post. He tenido varias, ya lo dije, y es mejor que no escriba sus nombres, porque no tiene ningún caso, no hay nada que reprocharles, al contrario, parafraseando a Kierkegaard, es gracias a ellas que soy quien soy. El punto es que, y sobre esto es sobre lo que queria escribir, después de tanto tiempo, y no del tiempo que se mide en años, sino de ese tiempo con el que se mide la vida humana, es decir, con sus actos, ya no significan nada. Lo más significativo de esta ausencia, es que releo las cosas, las cartas, los poemas, los cuentos, las palabras que tanto significaban y que ahora no significan nada, las leo y me pregunto a mi mismo qué clase de persona escribió todo aquello, pero sobre todo qué clase de amor pude haber sentido por esas personas, así, con esa palabras: personas. Lo peor del asunto es que no siento ninguna pérdida, la mayoria de esas cosas -sí, cosas - las escribí porque me dolia amar, porque me sentía solo, y he descubierto una cosa, me sigo sintiendo solo. Y no, no siento ni tristeza ni melancolia por esas personas, ahora que lo veo bien, es como si nunca hubieran existido. ¡Qué caprichoso es el corazón humano!. Me preocupa que la vida pueda condenarse así, al olvido, a una muerte más profunda que la misma muerte. Releo las cartas que escribi para "I" y para "M" y son solo un monton de letras, cosas que nisiquiera yo mismo creo ya. Supongo que habrá quienes podrán decir que entonces no fue amor, porque el amor no muere, porque uno no se olvida de aquellos a quienes amamos. Pero tambien sé una cosa, que el amor también es recibir, es sentirse amado. Así que quizá tengan razón, eso no era amor.

Te miro y sé que te amo, lo sé, nadie te dice que estás enamorado, pero te miro y quiero estar contigo, toda mi vida y toda tu vida, quiero que tu quieras lo mismo. No quiero que seas solo una palabras al viento, ni mis lágrimas de noche, no quiero olvidarte, ni perderte. No quiero que seas Clara Barceló.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo hace dos años el libro de Sanfont esperando que lo lea, lo veo tan voluminoso que no me atrevo, me lo han regalado y está en la biblioteca, aguarda. Tu post me está tentando de conocer a Clara Barceló.Neff.

Anónimo dijo...

evidentemente no lo leí, ni siquiera escribo bien el apellido del autor

Häny dijo...

Gran libro y gran personaje, siempre me ha tocado ser el lado contrario, yo tambien tengo mis "Claras" version masculino.
Si fue amor en su momento, en el presente, en el unico que realmente existe, ahora que son pasado, es dificil decidir si existio o no, mejor esforcemonos por no tener ni Claras ni dolor! que bien se siente leerte!