jueves, septiembre 09, 2021

15 años

Releo las cosas que he escrito en casi quince años, como un camino de palabras deformes, como ruinas polvorientas y frías en medio de un desierto, como las vías de un tren que desaparecen a lo lejos.

Empecé este Blog hace poco menos de quince años, cuando los blogs estaban muy de moda. Creo que en aquel entonces la gente se tomaba un poco de tiempo para leer las cosas. Ahora, me parece, que ya no. Pero en realidad nunca escribí esto para otros, sino sólo para mi. Esta es mi caja personal de recuerdos, no contiene objetos, sino palabras, mis propias palabras. Este blog ha sido un ejercicio para mi memoria. Muchas veces leo lo escrito como piezas de un rompecabezas, como fotografías de un álbum viejo. Quiero decir que en en algunas ocasiones la imagen de la fotografía por si misma no significa nada, sino que, cuando uno la observa, acuden a la memoria los recuerdos de aquel instante. Otras veces la fotografía ya no significa nada, porque los recuerdos que pudieran evocar ya no tienen ningún significado.

Siempre he pensado que las palabras son el eslabón, quizá el más precario de todos, que permite construir un puente entre lo que percibimos con nuestros sentidos y aquello que no podemos explicar. Me aferro a las palabras porque son efímeras y a al mismo tiempo punzantes.  A diferencia de la música, o las imágenes, las palabras siempre requieren de un ejercicio de instrospección. Una vez comprendidas son indelebles tanto en la razón como en la emoción.

Muchas cosas han quedao aquí a lo largo de estos años, no necesariamente las más importantes,  tampoco las intrascedentes. Como la vida misma: un collage de todo lo que he vivido, de lo que he pensado y sentido.

Ahora me parece que el camino en realidad no lleva a ninguna parte, sino que, como bien dijera Serrat, "caminante no hay camino, se hace camino al andar".

Hace algun tiempo pense en abandonar este blog, ya que mis apuntes son cada vez mas lejanos. No es que no tenga que escirbir o que no lo quiera hacer, por el contrario. Pero cuando empecé este espacio hace tantos años, bastaba con asomarme a ese pequeño pozo oscuro que era mi interior y escribir lo que sentía o me pasaba. Conforme  han pasado los años ese espacio se ha convertido en un abismo oscuro. 

 Hace quince años no me podía imáginar que estaría aquí, escribiendo en este blog quiero decir. Ni las cosas que podría decir. Si tuviera la oportunidad de decirme algo a mi mismo hace quince años, no me diría nada, no es que no me arrepienta de nada, ni que sea un necio como para hacer todo igual, sino que, como hasta el día de hoy, no podría privarme a mi mismo de elegir mis aciertos y errores.

Quizá a mi yo dentro de quince años le diría que espero tomar más vino, escuchar más música, leer más libros, viajar mucho a la playa y a la montaña y, por supuesto,  escribir un poco más.



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