martes, septiembre 21, 2021

amiga mía

Yo creo que, al menos, han pasado 18 años desde que escribí esto para ti. Hoy te volví a ver y esos tus ojos inmensos siguen siendo los mismos.

Amiga mía
“Que mal me hace el alumbrado público”

Este, amiga mía, es el fin
de las horas, del día,
las aves han caído en ese silencio
que desconoce la tarde,
tu cuerpo desnudo acaba,
en este instante todo acaba,
hoja tras hoja se desmorona el llanto.

He llegado a esta frontera de tu nombre,
estas letras son el inicio de una voz,
no es la muerte, sino un respiro de vida
ese mundo de fantasía 
cuyos cimientos son la soledad.
Construyo un puente que une los olvidos,
la piel de leopardo moribundo usa tacones de arcilla,
la mirada perdida que le pone precio a su sonrisa,
el reclamo absurdo de quien no sabe amar.

Cuantas veces quisiera encontrarte,
aquí, a solas, donde todo termina,
sola tu, sin esa vestimenta del mundo,
sin el ruido de los coches,
sin el color de las calles muertas,
este lugar donde seguramente
tu también terminas.

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